lunes, 26 de septiembre de 2022

 



el viaje del Héroe de cada mortal

En la página 78, del libro Deshacer la ansiedad, cuyo autor es Judson Brewer, el último apartado del 5º capítulo de la parte primera, subtitulada “primera marcha” y titulado a su vez “Encuentra tu propio argumento” se nos invita a “cambiar nuestros propios hábitos, identificándonos con el héroe de la historia (fácil, soy yo y mi historia), el argumento (nuestros hábitos), la trama (¿porqué hago esto, que no me conviene, en lugar de aquello, que me beneficia?), la tensión, (¿puedes?) y la resolución (¡puedes!)

1.     Detonante: tensión

2.     Conducta: viaje del héroe, sembrado de conflictos, atacado por mil peligros…

3.     Resultado: A.- Resolución. B.- No hay resolución.

En el resultado A, el Héroe ha alcanzado los 12 pasos que propone Joseph Campbell y ha llegado a la meta. En el caso B, puede ocurrir, que sean episodios aislados, sin resolverse, como en las series, que dicen al final: en el próximo capítulo… para terminar el próximo capítulo igual o en el peor de los casos, que la no solución implique el haber fracasado y ni siquiera continuar luchando por alcanzar el final.

En el caso particular del niño de la bicicleta azul, que al encontrarse con una ligera cuesta era incapaz de seguir pedaleando, era necesario cambiar de bicicleta y tomar otra “con cambio”. Lo más cómodo sería dar un pequeño giro y “seguir por lo llano”. Eso haría el niño con la bicicleta azul; pero, el héroe se ha dado cuenta que el niño ya no existe, o ha quedado enmascarado y ha tenido que seguir pedaleando, en un “falso llano” muchas veces a su pesar. El viaje del héroe ha comenzado, tal vez sin darse cuenta, hace tiempo. Ya está subiendo la cuesta, cada vez más empinada y para llegar a la cima, necesita apoyos. Le esperan multitud de obstáculos, peligros, vientos helados y en contra que tiene que vencer. Es necesario poner una marcha “más corta”, en el lenguaje de los camioneros. Y en eso estamos.

En el capítulo 6 de nos brindan 4 estrategias contra los hábitos 4:

1.     Voluntad

2.     Sustitución

3.     Preparar el entorno

4.     Mindfulness

Y seguimos pedaleando por “el falso llano”. Todavía quedan tres (en realidad 4, si incluimos el 6º) capítulos del libro para saltar a la segunda marcha. Sea lo que sea, no tenemos que conformarnos en seguir pedaleando así. La cuesta se avecina y tenemos que estar preparados.

 

 

viernes, 23 de septiembre de 2022

 

La primera marcha

En física, lo primero que estudiaban los jóvenes bachilleres, (Ahora no sé, pues los tiempos están confundidos) era el concepto de fuerza, igual a masa por aceleración, luego el trabajo, que es fuerza por espacio y después potencia, que es el trabajo por unidad de tiempo y mediante una sencilla transformación matemática, llegamos a que la potencia es fuerza por velocidad. Por eso, en mi niñez, con mi bicicleta azul, no podía subir las cuestas, porque no tenía fuerza y no podía reducir la velocidad, por ir en “directa”.

¿No os habéis fijado en los camiones, al llegar a grandes pendientes, que tienen que reducir la velocidad, porque necesitan fuerza? Lo resumimos en el dicho: “lo que se pierde en fuerza, se gana en velocidad”. O, dicho de otro modo: “La fuerza y la velocidad son magnitudes inversamente proporcionales, si la potencia es constante”

Y ya está. Perdonad, pues no es mi intención dar unos apuntes de física. ¿Y de que va a tratar este articulillo? ¿Tal vez de ansiedad?; pero desdichado de mi: ¡Qué voy a decir yo de la ansiedad, si leo libros de todo y de nada al mismo tiempo!

Lo que si voy a hacer es comentar una pequeña parte del capítulo 5º del libro Deshacer la ansiedad de Judson Brewer, en el que habla de 3 marchas, en analogía con las bicicletas.  Este capítulo 5º es el primero de la primera parte del libro, que va desde la página 67 a la 114; pero me ceñiré sólo a algunas páginas, en el que un apartado se titula, precisamente: “Primera marcha” en la página 69, y termina el capítulo con el apartado “Encuentra tu propio argumento”, en la página 78.

En estas breves páginas, he sacado una conclusión importante y es que no por leer libros buenos de autoayuda, o de espiritualidad o de física cuántica, va a curarse uno de ansiedad, depresión, fobias, etc.… o va a ser más santo o vas a dar conferencias sobre la “doble rendija”. Es un espejismo y algunos psicólogos así opinan. No puedes ir a Roma, sólo mirando el mapa y eso es lo que he sacado en limpio de las páginas a las que aludo.

Para empezar el autor hace referencia a un hombre, procrastinador (La procrastinación, es dejar para mañana, lo que hay que hacer hoy) y como resultado acabó adicto a la bebida. El patrón de hábito era este:

1.     Detonante: ansiedad por la mañana, al ver la cantidad de trabajo pendiente.

2.     Conducta: procrastinación.

3.     Recompensa: evasión (viendo películas y bebiendo copas)

El hombre se dio cuenta y tuvo suerte, le proporcionaron herramientas eficaces y llegó a superar la ansiedad y la adición al alcohol; pero no siempre es así, y muchas veces, viendo el problema, no utilizamos las herramientas adecuadas, como se indica en la página 74, con esta secuencia de acontecimientos:

1.     Detonante: empezar a conocer los bucles del hábito.

2.     Conducta: intentar arreglarlos con herramientas que conocemos.

3.     Resultado: ¡sorpresa! No funciona.

¿Qué ha ocurrido? Sencillamente, que no vamos con la marcha adecuada, ha llegado la cuesta, como el niño de la bicicleta azul y no se puede avanzar. Hay que cambiar a otra marcha para remontar. Lo vemos en el gráfico, que es bastante ilustrativo.

Estos procesos no son fáciles y no pocas veces, tenemos que realizar nuestro particular “viaje a Ítaca” y tenemos que enfrentarnos, a dragones, amenazas, tempestades… teniendo que ser verdaderos héroes para subir la cuesta y encontrar nuestro propio argumento en la película de nuestra vida, como indica el último apartado de este capítulo.